la hija pródiga de brasilia

así es como estamos aquí en este momento, en definitiva aquí estamos solo porque un simpático brasileño quiso caerle bien a un humilde lugareño en 1954, cuando arrancó su campaña presidencial y visitó un pueblito diminuto en medio a la sabana del planalto central. allí fue donde un eventual elector le preguntó al aspirante a presidente por qué no cambiaban la capital del país al interior, sabés, ese brasil continental prácticamente abandonado en su interior lejano al litoral. pero la capital era río de janeiro y ¿a quién se le ocurriría moverse el culo de la silla en plena ciudad maravillosa para irse a gobernar en cualquier lugar que no tuviera samba, playa, todo listo, todo fácil, cómodo?... entonces el sorprendido candidato le respondió al sorpresivo ciudadano, con su sonrisa típica, que tenía razón en su planteo y sorprendentemente le prometió hacerlo, así, sin consultar a su partido, sin acuerdo político, análisis financiero, estratégico, nada, por lo que obviamente el campesino pensaba que era todo falacia de otro doctor más por voto. lo cierto es que desde allí el candidato salió a enfrentar lo imposible e inimaginable. y la verdad es que yo misma, brasiliense nativa, segunda generación nacida, candanguinha, calanga do cerrado, cada vez que lo pienso, pienso que lo eligieron más por su actitud que por creerlo realmente o incluso concordar con su disparate de inventar una ciudad. tanto se habla de populismos en américa latina, pero casi nada de ese mesías que movió montañas (¡!) hacia la tierra sagrada que, incluso, ya había sido soñada por un católico famoso, un tal don bosco, quien dijo siglos antes en italia, que ese lugar magnífico surgiría a la altura del paralelo 14 del mapa terrestre, precisamente donde nació brasilia y todo lo demás indeleble que germinó en su suelo, la actual constitución brasileña, legião urbana, esta patrícia hereje... pero de vuelta al origen de todo esto, al caballero que nos precede, que era determinado, persistente, optimista y entusiasmado mientras lo criticaban y atacaban por todos lados, siempre risueño con su sonrisa típica, emanaba tanta confianza que es innegable que inspiraba, contagiaba de verdad. y yo podría seguir aquí flamante, porque en esa hazaña hay millones de anécdotas más, como el ingeniero especialista en desbravar junglas construyendo autopistas, pero que murió de esas muertes sobresdrújulas con un árbol que se le cayó encima durante la obra epopéyca para la cual lo contrató el ya entonces presidente, y por la cual brasil pudo finalmente conectar su norte directamente al sur con la carretera más larga de yo qué sé cuál escala, y que apesar de tan necesaria solo se hizo viable con brasilia, de forma que el heroico ingeniero fue el primer cuerpo en inaugurar el cementerio de la nueva capital. y por si podés dimensionar todo lo que extraño de mi ciudad, fijate que la llevo tatuada en mi piel, 



sí, su mapa insólito y exclusivo del proyecto inédito, cuyo arquitecto que no es Niemeyer, ojo, fue seleccionado con su diseño de avión en un concurso específico para planificar la nueva capital, otra larga historia más, pero paro por aquí. en suma, acá estamos en el delirio delincuente de mi existencia extasiada porque brasilia es un delirio deliberado en si misma, porque solo por eso mis papás, así como otros millones más de parejas, personas y planes, oriundos de regiones totalmente ajenas, solo por ello es que todos ellos se pudieron cruzar. y la moraleja de esa infame fabula verborrágica --tan llena de vanagloria como de verdad-- es que nada es imposible y que todo puede pasar, para bien y para mal, pero que sea con alguna sonrisa igual porque, ya que estamos, hay que endurecerse sin perder la ternura jamás… 

montevideo, 27/05/21 - 18:07.